Hay un tiempo para todo..
Un tiempo para nacer y un tiempo para morir.
Un tiempo para matar y un tiempo para curar.
Un tiempo para destruir y un tiempo para edificar.
Un tiempo para amar y un tiempo para odiar.
Un tiempo para llorar y un tiempo para reír.
Un tiempo para llorar y un tiempo para reír.
Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz.
Eclesiastés 3
Hubo un tiempo
en que yo era un poeta bucólico
tumbado sobre la hierba
con una espiga en la boca,
contemplando embobado
como un bellísimo coro de ángeles
descendía del cielo tocando sus arpas.
Fue un tiempo feliz de espera
entre las flores del prado
a que un copo de nieve cayera
sobre mi cuerpo desnudo
que ardía como una brasa.
Pero fue una lágrima de fuego
la que cayó sobre mi cabeza
causando un gran incendio.
Oh vírgenes, oh mártires,
cuando caen las bombas
el mundo pierde sus encantos.
No me busquéis entre los escombros,
porque he descendido
a los pozos más profundos
para entregarme exhausto
a sus más oscuros secretos.
Oh monstruos, oh demonios
mostradme los ríos del infierno
para zambullirme en sus quietas aguas
que son el negro espejo
que permite a un muerto
¡que carajo! el poema es precioso, Fu, pero a mi lo que me apetece es darte un gran abrazo y decirte que andábamos echándote mucho de menos, jolines.
ResponderEliminarMe alegra tu vuelta, a punto estaba de agarrar un biplano y lanzarme a tu búsqueda, mas no sabía en que colinas sedosas andarías enredado, o en que labios, o en que empresas. O si estarías enfermo, o simplemente descansando de todos nosotros.
Magnífico poeta de la cuerda floja.
Gracias Ángela por tus comentarios, por tu abrazo que es compartido y por aparecer así de pronto, como el amanecer devora la noche.
EliminarEscribes que te mueres, chico. Me has recordado Arthur Rimbaud, el enfant terrible de las letras francesas.
ResponderEliminarLas dos ültimas entradas una pasada.
Abrazos.
Gracias Maribel por tus comentarios, tu comparación me abruma, tan solo escupo unos versos bajo la brillante indiferencia de los astros.
EliminarImpresionada, así me ha dejado tu poema. Me encanta como escribes.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por tu comentario, es muy alentador. Saludos
EliminarPues hacía mucho que no te leía candente. Y no has perdido ápice alguno.
ResponderEliminarUn saludo, Funambulus
Gracias Luis, eres un entrañable amigo Buho.
EliminarSalud!
Salud y Samba, amigo!
ResponderEliminarTus dos últimos poemas dejan un nudo en la garganta y una opresión en el pecho. Cada verso es un mundo bajo el que late un infierno.
ResponderEliminar"Oh vírgenes, oh mártires,
cuando caen las bombas
el mundo pierde sus encantos."
Impresionante.
Un beso
Gracias Gema, es un placer recibir tus comentarios. Salud!
EliminarMe encanta volver a leerte!!! fantásticas letras, como siempre Funam.
ResponderEliminarEspero que todo te vaya genial. Salud!!
Gracias Maite, tus comentarios siempre son tan luminosos como el sol de Andalucía. Salud!
EliminarLamentablemente un poeta, un escritor en general, no puede beber del Leteo... Besos.
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