El funambulismo no necesita ni explicación ni mediadores, tampoco los necesita la poesía, pues ambos se basan en la emoción de contemplar el vacío en un instante efímero de creación que se consume en su propia pureza.
-Funámbulus-
lunes, 6 de febrero de 2012
LA HERIDA DEL DILETANTE
Mi memoria se llena de heridas
y caminos perdidos,
ya no recuerdo el olor
de aquellas mujeres
que cocían pan en el horno.
Se han desplomado las estrellas
sobre mis espaldas.
El viento no se mueve
en los paisajes extraños
que cruzan el alma del hombre.
Busco una salida
pero sé que no llegaré muy lejos
con este corazón de mala muerte.
Rondaré los cauces de los ríos
y las sombras de los árboles.
Me estrellaré contra las piedras
y naufragaré en la tierra
esperando que me rescaten las aves
de ojos rojos y fulgurantes.
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Joer, la imagen me recuerda a la portada aquel del disco de "La Guerra de Los Mundos", y sí, es un poco extraterrestre (aunque bonito) ese pensamiento que has plasmado, no?
ResponderEliminarUn saludo.
Tenía que ser herida de un diletante.
ResponderEliminar¡Felicitaciones!
Saludos cordiales.
Bueno, creo que expresa tu estado de ánimo, que debe ser algo bajo. Es muy bello. Si es sólo un poema lo aplaudo, si es tu estado de ánimo te mando un beso.
ResponderEliminarAbre la ventana para que salgan los olores viciados e intenta recuperar, en la medida de lo posible, los aromas del pasado. Besos.
ResponderEliminarPero mientras eso ocurre,...sigue escribiendo palabras en azul, y llena de luz este espacio grisáceo.
ResponderEliminarUn beso y felicidades desde la Casa de la Lluvia
Cuando la memoria llaga y se olvida el aroma de un cuerpo de mujer en la espalda se ata el latido de un corazón que naufraga en sus tempestades.
ResponderEliminarBesos, Funámbulo.
Gracias por tu paso...
que en estas horas también a mi me rescaten las aves!!
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