El funambulismo no necesita ni explicación ni mediadores, tampoco los necesita la poesía, pues ambos se basan en la emoción de contemplar el vacío en un instante efímero de creación que se consume en su propia pureza.
-Funámbulus-

jueves, 2 de febrero de 2017

EL SILENCIO DE LA NOCHE

Las leyes de la naturaleza
                     son las leyes de mi espíritu.

Bajo la atenta mirada de un cielo estrellado
la noche cubrió mi cuerpo desnudo
con su manto de silencio. 
Y me hice viejo de repente.

Con la fuerza que me quedaba
hundí mis pies entre las piedras.
Y con mis uñas escarbé los pozos más profundos
buscando vida en el infierno.

Alcé mis manos implorando al cielo.
Estirando mis brazos hasta que crujieron.
Me quedé, todo yo, rugoso y seco.
Y mi alma y mis dedos se retorcieron.



3 comentarios:

  1. Llego un poco tarde, por lo que veo. Aún así, he disfrutado tu poema, pues es como la vida misma. Cuantas veces nos olvidamos que estamos vivos, y renacer es complicado, o imposible. Un abrazo, Fu.

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  2. Me gusta lo que leo No te conocia
    Gracias por compartir lo que escribes
    abrazos desde Miami

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