Ahí estabas tú
en todo su esplendor,
joven y bella
tendida en el prado húmedo
entre amapolas rojas.
Multitud de caracoles
reptaban lentamente
por tu cuerpo desnudo
llenándote de baba purpúrea
y dejándote reluciente
como una ninfa de los bosques.
Y yo allí, catatónico,
mirándote embelesado
como a una Diosa.
¡ Oh, lobo idiota !
Se te está echando encima
la chusma vociferante
y vienen gritando
con espuma en la boca
¡ Ha sido él, ha sido él,
matar al lobo, matar al lobo !
No hay comentarios:
Publicar un comentario