y ruge cuando está sobre los mares
y duerme dulcemente en una grieta.
Alfonsina Storni
Aquella noche calurosa de verano
llamaron aporreando la puerta.
Era un huracán que entró como un torbellino
nublándome la vista,
dejándome sin habla y sin respiración.
Como pude intenté mantenerme en pie
en medio de aquel revuelo de aire húmedo y cálido
que sofocaba mi alma desnuda.
Quise detenerle cerrándole el paso
pero el vendaval ya se había colado en mi habitación
revolviéndolo todo.
Giraba y giraba desbocado entre mis piernas,
resoplando,
metiéndose en todos mis recovecos,
zarandeando mis pechos,
arrancándome la ropa,
alborotando mi pelo
mientras me hacía rodar por los suelos
con estrepitoso resuello.
-¡Para, para, demonio!- acerté a decir con voz trémula.
Y él, arrollador viento de túrbida pasión,
escapó raudo por la ventana,
relinchando como un centauro.
Tremendo.
ResponderEliminarAplausos, Funámbulus.
Madre mía,cuánta fuerza!
ResponderEliminarMe ha encantado! Has descrito con acierto y cuidadosamente la sensación envolvente e irremediable del huracán,en paralelo con la pasión desbocada... Precioso!
A mí me ha llegado a arrollar ese huracán!
ResponderEliminar¡¡Válgame Dios!! Fuerte este viento.
ResponderEliminarLinda imágen.
Saludos cariñosos.
Jajajaj me ha encantado ese final, el huracán te hizo caso, me hizo mucha gracia la frase del final: relinchando como un centauro.
ResponderEliminarUn beso.
PD.- Voy a agregarte en Facebook.
La última frase es arrolladora. Fascinante el asunto interior del poema, como es habitual en los tuyos, como huracanes.
ResponderEliminarSalud!
Si ese viento tiene alma de mujer, dejarás la puerta abierta y la ventana cerrada para que vuelva ese huracán.
ResponderEliminarImpresionante!!
Saludos.
¡Hermoso, amigo poeta! Pura sensualidad. Esos vendavales viene bien de vez en cuando.Un abrazo invernal.
ResponderEliminarEl viento, el fuego y el agua son fuerzas salvajes que salen de dentro del hombre, de dentro de la tierra y tanto dan vida como muerte.
ResponderEliminarAbzo
L'ànima que dorm dolçament en una esquerda, a més de rugir quan és sobre els mars, seria la poesia. El vent, el Xaloc, en definitiva.
ResponderEliminarLa pasión es incontrolable, dejemos que fluya a su aire.
ResponderEliminarBesos
buenísimo!!!
ResponderEliminarqué revolcón de pasión.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Saludos!
Huracán de pasiones.
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