pero los aduladores destruyen las almas de los vivos cegándoles los ojos.
Epicteto
Soy un ladrón de palabras rápido y sigiloso.
Como una serpiente me cuelo entre la multitud
acechando sus conversaciones fortuitas.
Hay palabras que quieren huir despavoridas de sus dueños.
A veces las cazo al vuelo justo antes de que toquen el suelo.
A veces me meto en las bocas calladas, bien adentro,
para arrebatarles las palabras a mordiscos.
Llego hasta el dolor y el llanto.
Hasta la luz y las sombras.
Llego hasta las entrañas
y arranco las palabras de raíz.
En las noches de luna llena
me deslizo en los lechos de los amantes
y rebusco entre montones de murmullos.
A veces tengo que cavar en las noches más profundas
hasta encontrar aquellas palabras que brillan como una urraca.
Hay mucho que robar
en este viejo mundo de palabras y puñales,
palabras gastadas,
palabras irreparables que dicen y esconden.
Nada es original
y robo de cualquier sitio que alimente mi imaginación.
Incluso entre las cenizas de una palabra muerta.
Soy un chorizo, un mangante, un ratero, un caco.
Un depredador que lo devora todo.
Películas antiguas y modernas.
Música, libros, cuadros, fotografías y poemas.
Los epitafios de las tumbas.
Los exabruptos obscenos de los palurdos.
Llego hasta el dolor y el llanto.
Hasta la luz y las sombras.
Llego hasta las entrañas
y arranco las palabras de raíz.
En las noches de luna llena
me deslizo en los lechos de los amantes
y rebusco entre montones de murmullos.
A veces tengo que cavar en las noches más profundas
hasta encontrar aquellas palabras que brillan como una urraca.
Hay mucho que robar
en este viejo mundo de palabras y puñales,
palabras gastadas,
palabras irreparables que dicen y esconden.
Nada es original
y robo de cualquier sitio que alimente mi imaginación.
Incluso entre las cenizas de una palabra muerta.
Soy un chorizo, un mangante, un ratero, un caco.
Un depredador que lo devora todo.
Películas antiguas y modernas.
Música, libros, cuadros, fotografías y poemas.
Los epitafios de las tumbas.
Los exabruptos obscenos de los palurdos.
Los gritos de los niños jugando en los parques.
El lenguaje de las olas y las nubes habitadas.
La autenticidad es inestimable,
la originalidad no existe.
Nunca quiero las palabras que me regalan,
sólo las quiero robadas, arrebatadas.
Lo importante no es de dónde las robas,
sino a dónde las llevas.
Robo a los ricos para dárselo a los pobres.
Ya no me molesto en disimular mis robos.
Y lo escribo en las paredes:
Palabras para todos,
abolición de la propiedad privada,
las clases sociales
y la explotación del hombre por el hombre.
El lenguaje de las olas y las nubes habitadas.
La autenticidad es inestimable,
la originalidad no existe.
Nunca quiero las palabras que me regalan,
sólo las quiero robadas, arrebatadas.
Lo importante no es de dónde las robas,
sino a dónde las llevas.
Robo a los ricos para dárselo a los pobres.
Ya no me molesto en disimular mis robos.
Y lo escribo en las paredes:
Palabras para todos,
abolición de la propiedad privada,
las clases sociales
y la explotación del hombre por el hombre.
Magnífico. Tremendo... Me dejas sin palabras, con los bolsillos y la lengua fuera.
ResponderEliminarGran metáfora y mejor reflexión.
Mucha vida para chorar palabras, poeta
¡Guauuu! Fun, que delicia de prosa poética la tuya. Me ha dejado pensando. Después de un tiempo de sobrellevar problemas de salud de mi madre quien ahora está estable, voy reencontrándome con mis Blogs amigos y sus autores. Un gusto estar aquí. Ahhh. . . y cuando quieras dile a tu ladrón que me robe un cuento o un poema. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarTengo la misma afición (o vicio) y me adhiero a tu reclamación.
ResponderEliminarAbzo
Qué original! Me ha encantado el giro con que vas envolviéndonos en tus entresijos verbales! Muy buen poema!
ResponderEliminarPocas paalbras para decir lo necesario...¡y tan difícil de llevarlo a cabo!
ResponderEliminarBesos
No hace mucho me definí como chatarrera de frases.
ResponderEliminarAbrazos casi cleptómanos.
Qué guay es robar palabras, y la cita del principio es fantástica!! las fotos que tienes aquí a la derecha ufff sin palabras... ¡me las han robao!
ResponderEliminarBesos Fu, eres un gran poeta.
Ladrón de palabras, queda usted absuelto de cualquier cargo y además le felicito por su condición. Una maravilla leerte y ver qué haces con todas esas palabras robadas.
ResponderEliminarSaludos, Funámbulus.
Genialidad por escrito. Sigue robando palabras, por fa, y regálanoslas...
ResponderEliminarUn poema soberbio que deja sin palabras.
ResponderEliminarSerá que tú robaste todas las que importan para escribir este poema y nos dejaste sin voz.
Esta noche dejaré las puertas de mi casa abiertas de par en par.
ResponderEliminarTe pido que vengas y me robes las palabras, pero, por favor, también te pido que por nada te acerques a mi silencio.
Besos.
El plagi no és una cosa tan dolenta! M'agrada moltíssim aquest poema.
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