El funambulismo no necesita ni explicación ni mediadores, tampoco los necesita la poesía, pues ambos se basan en la emoción de contemplar el vacío en un instante efímero de creación que se consume en su propia pureza.
-Funámbulus-

jueves, 25 de abril de 2013

REGRESO AL CUADRILATERO


El sufrir merece respeto, el someterse es despreciable.
Victor Hugo


Izquierda, izquierda.
Derecha.
Debe mantener la distancia.
Avanzar y retroceder.
Izquierda, izquierda.
Crochet.
Sabe que no puede parar.
Tiene que seguir moviéndose.
Los brazos y las piernas le pesan.
Izquierda, izquierda
Swing.
Avanzar y retroceder.
Los codos un poco cerrados para proteger el estómago.
Los mueve arriba y abajo para proteger los riñones y el hígado.
Los brazos y las piernas le pesan.
Uno, dos, tres.
Golpes en la cabeza.
Su cabeza es dura.
Pero se le ha metido dentro un pitido ensordecedor.
Ya no escucha los rugidos del público.
Ni sus insultos.
Ni los gritos de los que apuestan.
Tampoco la risa burlona de la chica rubia de la primera fila.
Pero oye como un niño llora en su pecho.
Sabe que se acerca el final.
Está entre las cuerdas.
No puede zafarse, no le quedan fuerzas.
Se abraza a su contrincante.
!Break, break! - Grita el árbitro.
Tiene que aguantar un poco más.
El sabe su oficio.
Lucha cuerpo a cuerpo.
Los golpes en los costados son insistentes y le cortan la respiración.
Siente el olor agrio del sudor y el sufrimiento.
El sabor de la sangre es muy salado.
La náusea de siempre atenaza su boca seca.
Los ojos le escuecen, los párpados le pesan.
El otro púgil es un buen fajador, lo empuja, lo arrincona.
Está entre las cuerdas.
Recibe el impacto de un gancho derecho seguido de otro gancho izquierdo
que le hace escupir el protector.
Todo es silencio.
Los focos del ring se tambalean.
A su alrededor todo da vueltas a cámara lenta.
Su cuerpo es un saco de carne magullada que se desploma.
Ha cumplido con lo pactado,
aguantar nueve rounds y caer en el décimo por nocaut.
Tiene prisa en irse de aquel lugar.
En su casa le esperan.
Hoy sus hijos tendrán algo para cenar.
Su mujer lo curará besando una a una todas sus heridas,
y será cuando toda su vida se concentrará en ese preciso instante.
El resto de su miserable existencia le importa una mierda.





14 comentarios:

  1. Muy bueno. Intenso como todo lo tuyo.

    Besos y abrazos fuera de ese cuadrílatero en el que todos intentamos aguantar un roud más.

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  2. Y sin embargo vale la pena levantarse y empezar de nuevo solo por esa última satisfacción.

    Interesante lucha.

    Saludos cariñosos.

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  3. Qué fuerte, tremendo,desolador..
    desgarra el alma..
    no puedo decir más...

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  4. Me ha dolido al leerlo y sobre todo porque hay quien lo hace para comer.
    Saludos, Funámbulus.

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  5. Has conseguido meterme en el boxeador. Durísimo oficio y deporte.
    Se ha ganado el pan con sudor y sangre, eso es indudable.
    salud!

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  6. ¿Un deporte? ¿se puede considerar deporte si acaso? no sé cómo llamarlo pero me parece este mundo del boxeo muy fuerte, no llego a entenderlo... uno y otro dándose golpes en sus respectivos cuerpos, me parece algo salvaje esto del boxeo de verdad.

    Y con tus letras lo hemos vivido más intenso.

    Un beso.

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  7. Este boxeador lo hace para que su familia coma, ni arte ni deporte.
    Soy incapaz de verlo.
    Poesia social a tope.
    Saludos.

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  8. Es terrible el transcurrir de ciertas existencias. El dolor indecible y más profundo que se esconde detrás del golpe efectivo y la carne amoratada. Un abrazo.

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  9. Fantastica manera de describir ....Me voy mas por el futbol o el baseball...pero hoy me voy con este texto muy bien redactado... :)
    Saludos..!!

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  10. me gusta mucho como escribís
    un beso

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  11. Hola Funámbulus, en primer lugar agradecerte tu paso por mi blog, eres bienvenido cada vez que gustes, un placer adentrarme en el tuyo y leer la exquisitez de tus escritos que invitan a la meditación, seguimos en contacto, un saludo desde el sur.

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  12. Regreso al cuadrilátero, a la oficina, al taller, al aula... si por lo menos hay un hogar después..


    Abzo

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  13. A mí me duelen todos los huesos después de leer este texto. Consigues transmitir esas dolorosas sensaciones. Chapeau, Funámbulus"

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  14. Someterse para comer tiene tela...yo por mis hijos doy la vida. Saludos

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