Espera,
Espérate,
Espérame.
Aunque oigas mis aullidos
todavía no es el momento
de besarte como un diablo
hasta devorarte entera.
Déjame antes
rozar con mis labios
la fragilidad de los tuyos.
y deslizarme por el secreto de tu nuca.
hasta palpar
ese íntimo estremecimiento
de flor temblorosa.
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