El funambulismo no necesita ni explicación ni mediadores, tampoco los necesita la poesía, pues ambos se basan en la emoción de contemplar el vacío en un instante efímero de creación que se consume en su propia pureza.
-Funámbulus-

martes, 11 de octubre de 2011

AULLIDOS IV

Un día harto de todo
dejé de fingir.
Me echaron del trabajo.
Mi mujer y mis hijos me abandonaron.
Los acreedores se quedaron con todo.
Me quedé sin amigos.
Dormí tirado en la calle
bebiendo vino barato
y revolcándome sobre mis propios orines
como un animal marcando su territorio.
Tengo pelo por todo el cuerpo
y me he convertido en un hombre lobo.
En una noche de luna llena
 me tendí en la vía del tren
para dormir la cogorza
y por fin sucedió.
Ahora la vida es hermosa
y ando por ahí dando tumbos
con mi cuerpo decapitado
y mi cabeza sonriente bajo el brazo.
Soy invisible, nadie me ve
y mi felicidad es infinita.

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