Largas noches de insomnio
de tormentas y tempestades.
La dolorosa transmutación de hombre a lobo
aullando a la Luna tu nombre.
Mi mente diabólica,
flor sucia de la vida,
te sueña con obsesa lujuria.
Yo en el infierno y tú en el mar jugando con delfines.
Qué fácil sería saltar el abismo,
y abalanzarme sobre ti.
Bastaría un pequeño mordisco en tu cuerpo
para convertirte en una loba famélica.
No temas,
eres intocable, amor imposible.
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